lunes, 25 de abril de 2016

La Colonización Inglesa


La Colonización Inglesa.


Ante la necesidad de encontrar nuevos mercados en una época de descubrimientos y conquistas, los ingleses se volvieron expertos navegantes, corsarios y contrabandistas.
Impulsados por la reina Isabel I que apoyaba la empresa colonial, para entonces Europa asiste a la formación del Estado Moderno, esto es, profundización del capitalismo, escisión religiosa e identidad nacional en la figura de las monarquías que tienden al absolutismo.


El reinado de Isabel dio orden y prosperidad al pueblo ingles, ambos elementos reflejados en el crecimiento, la unificación religiosa y mayor solidez económica, cuyo crecimiento les da a los británicos la posibilidad de salir a buscar nuevos mercados.





13-colonias-americanas.JPG


Todos estos elementos influyeron directamente en el proceso de colonización: los perseguidos religiosos vieron el la emigración una opción para profesar libremente su culto y, desde el punto de vista de la corona, apoyo la iniciativa privada en nuevas empresas coloniales bajo su patrocinio.


Es así que la colonización inglesa tuvo dos caras diferenciadas: por un lado las colonias del sur, instaladas allí con la conformidad y aliento de la corona y las del norte, compuestas, fundamentalmente, por disidentes religiosos que escapaban de la persecución.
Lo que se encontrará en ambos casos es el ideal de triunfo económico, ligado a la mano de obra esclava, tráfico y plantaciones en el sur y el comercio en el norte bajo la causa religiosa: la predestinación protestaste, cuyo éxito económico es la culminación de ser elegido por Dios. Los puritanos creían fuertemente en esta teoría, acompañada de una restricta moral que el siglo XX tildará de doble moral, tan bien retratada en las obras de Eugene O’Neill.







La incursión de los ingleses en el proceso de colonización de las Américas tiene ciertas características que difieren significativamente de la experiencia colonial promovida por portugueses y españoles. Entre otras razones, podemos señalar el proceso demorado de colonización, la naturaleza de espontaneidad en la ocupación de los territorios y las características añadidas al litoral norte-americano como partes fundamentales para entender la colonización inglesa. En el gobierno de la reina Isabel I de Inglaterra (1558 – 1603), Gran Bretaña entró en la economía mercantil mediante la inversión en la construcción de nuevos barcos y el comercio marítimo. En este contexto, la piratería se había convertido en una importante fuente de beneficios basada en los asaltos de barcos que salían del Caribe con dirección a Europa. En ese mismo período se había intentado llevar a cabo la colonización de la región de América del Norte con la organización de tres expediciones dirigidas por Walter Raleigh. El fracaso de estas expediciones se invirtió sólo con la creación de la colonia de Virginia en 1607. Después de eso, el proceso colonial cobró impulso con la política británica cercada, que expulsó a los pequeños agricultores de sus propiedades, lo que obliga a buscar otras oportunidades en el Nuevo Mundo. Mientras tanto, los conflictos religiosos que se apoderaron de Inglaterra después de la reforma anglicana también impulsó la inmigración de los puritanos ingleses para América.

por: Nelly Rivera y Gabriella Medrano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario